Excelente servicio en todos los aspectos, me encantó el concepto, la música, los precios y la comida sobre todo la chica de caja con cabello pintado, siempre que voy, ya sabe lo que pido y siempre tiene una buena actitud. Sin duda de mis lugares favoritos <3

Es un lugar muy bien cuidado, con buena temática y el ambiente es muy tranquilo, la atención y servicios son muy buenos y el tiempo de espera para los platillos es rápido y dentro del tiempo razonable, todo es hecho al momento y vale la pena por los precios que manejan, es muy buen lugar para ir a relajarse solo o pasarla bien con amigos.

Un lugar muy bonito para tomar un café, una crepa y conversar. Lo conocí por una amiga y ahora es el lugar de nuestras reuniones. El servicio es excelente y casi no hay que esperar por una mesa, a excepción de días feriados. Los alimentos son todos deliciosos, sin duda lo recomiendo.

Es una cafetería muy linda, te atienden con mucha amabilidad y la música que ponen da un ambiente tranquilo.

Comida deliciosa, lugar encantador minimalista con buena decoración. Solo tardan mucho en atención. Esperamos 30min. para recibir platillo.

Está súper bonito Comida rica, buena atención. Se tardan un poco en entregar los alimentos pero los meseros muy atentos. Una joyita escondida en San Cristóbal.

Delicioso y hermoso, no sé por dónde empezar a describirlo. Fui en viernes y la fila para entrar era larga, aproximadamente 30 minutos, tiempo que puedes aprovechar para entrar al invernadero donde tienen muchas plantas, principalmente de sombra y macetas; o puedes sentarte en las bancas que ofrecen sobre la banqueta donde terminas de abrir tu apetito porque la fábrica de crepas está en planta baja. Ahí mismo en planta baja hay mesas, en primer piso más mesas y están los sanitarios, y en segundo piso es la terraza: tiene su música propia, la barra donde preparan tus alimentos y una vista a Ecatepec. Todo el lugar está yendo de plantas, por ejemplo teléfonos colgantes que le dan una vibra muy fresca, tropical y agradable. La atención de las y los chicos es 10 de 10 son super amables, y atentos te ofrecen un código QR para escanear el menú mismo que es amplio con diversos platillos y les han dado nombre de flor o planta a estos para seguir en ese mood. Me sorprendió lo grande de los platillos, mismos que fueron entregados a la brevedad, pedimos crepas y molletes, chai y soda italiana. Todo delicioso, súper gorditas las crepas. Aparte de rico, adornado bonito. Dependiendo del lugar que tengas será el mobiliario que te toque, pueden ser tablones de madera, mesas cuadradas o redondas, bancas, sillas o sillas tipo jardín, bien cómodas, acapulqueñas. Lugar bien agradable para pasar con amigos, pareja, en familia o solo, los precios son accesibles. Las cantidades son grandes, el ambiente que se genera entre plantas y música es mágico: 10/10 De tres platillos y dos bebidas fueron $500 pesos. Iré cada vez que pueda, me encantó.